lunes, 17 de noviembre de 2014

Alguien como tú... que perdí.

Y no dejo de pensar ¿cuándo te veré de nuevo cariño?

Te fuiste sin despedirte, ni una sola palabra me dijiste, ni un adiós,
ni un solo beso para sellar esta herida que me quema por dentro.
No tenía idea en lo que nos estábamos convirtiendo. En pedazos de nada y de todo a la vez.  

Sé que soy de corazón frágil y que dentro de él hay mucha amargura. Y sí, lo sé, soy un poco testaruda y cabezota, y quizás tenga la cabeza en otra parte…
¿Pero no te acuerdas? ¿No lo recuerdas?

El motivo por el que estábamos juntos, ¿el motivo por el que me amabas?

Cariño, por favor, recuérdame una vez más, una última vez.
Cariño, por favor, recuerda que me amaste.

Aunque duela, aunque no quieras. Lo necesito. Necesito oír mi nombre en tus labios. Y ver la cara que se te pone cuando no sabes que decir para convencerme de que está mal, de que no soy como tu creías… Pero cariño, mírame, dime cuando fue la última vez que pensaste en mí. ¿O acaso me has olvidado para siempre?

A veces pienso en qué momento pude hacerlo mal, pero cuanto más lo hago, menos entiendo.


Te di el espacio para que pudieras respirar.

Mantuve las distancias para que pudieras ser libre.

Pero no funcionó.

Solo espero y deseo que puedas encontrar la pieza que te falta para que vuelvas a mí. Aunque solo sea por un momento.

Tenerte cerca. Mirarte a los ojos. Y que me digas ¿por qué?  Por qué yo no soy la indicada para ti. Aunque duela, aunque con ello se vaya parte de mí y no regrese más.

Después de todo tú y yo ya no volveremos a ser como antes… solo quiero despedirme de ti y decirte que te amé como no amé ni amaré a nadie.

Y que si nos perdimos, fue culpa mía.

Todo culpa mía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario